El proceso de "Due Diligence" varía de acuerdo con el tipo de transacción, la naturaleza del comprador o vendedor y el grado de complejidad del negocio.
Este servicio logra cubrir y estudiar entre otras áreas de la empresa, las siguientes:
- El ámbito financiero y contable.
- Posición en el mercado y aspectos comerciales.
- La calidad y efectividad de la dirección.
- Asuntos tecnológicos.
- Asuntos fiscales.
- Asuntos laborales.
- Asuntos legales.
- Asuntos medioambientales.
Una vez finalizado el proceso de revisión, y como resultado final del proceso de "Due Diligence", los asesores elaboran un informe detallado en el que se recogen todos los aspectos revisados y las conclusiones alcanzadas.
Este informe dependerá del alcance del trabajo acordado e incluirá entre otros temas:
- Un sumario objetivo.
- Revisión comercial.
- Revisión de los aspectos industriales y tecnológicos.
- Revisión de los activos y pasivos de la compañía.
- Revisión de las previsiones futuras (comerciales, generación de recursos e inversiones).
- La dirección y el personal.
- Revisión contable.
- Revisión fiscal.
- Revisión legal.